Trastornos Alimenticios
“Nos fijamos mas en la cintura que en el alma de una persona”
Carolyn Knapp
Un trastorno alimenticio debido a los efectos negativos que genera la conducta nociva debilita el autoestima, promueve el aislamiento y ocasiona sentimientos de vergüenza y culpa . Sin embargo, la recuperación es posible, sin importar cuánto tiempo se ha estado lidiando con esta situación. El tratamiento varía según las necesidades de cada persona y se puede realizar en colaboración con un nutriólogo y un médico quienes coordinen un plan nutritivo y supervisen el estado de la salud física del paciente. Pero, sobre todo, se requiere paciencia y compasión de las personas más cercanas al paciente, quienes deberán brindarle el apoyar necesario durante su recuperación.
La consejería permite un ambiente de apoyo seguro en el que sea posible tratar a fondo los asuntos que provocan una relación dañina con la alimentación y una valoración sesgada de la identidad. El primer paso hacia la recuperación es reconocer el problema y aceptar ayuda. La consejería para trastornos alimenticios como la anorexia, bulimia o atracones de comida puede ayudar a:
Desafiar las voces en su mente que crean patrones destructivos de ingesta de alimentos
Crear destrezas sanas para afrontar los estresores
Desarrollar una relación saludable entre su cuerpo, mente y emociones
Tratar a su cuerpo con bondad y compasión
“La recuperación y sanidad se alcance cuando una persona busca ayuda de verdad y se libra del secretismo y la vergüenza”
Jenni Schaefer, autora de “Good bye Ed, Hello Me”